El Comentario anónimo a La Celestina presenta, como una de sus más grandes dificultades, un gran número de citas a diversas autoridades. Entre ellas, llama la atención la presencia de Segundo el Taciturno, no porque sea abundante, sino por el modo en que el autor anónimo lo introdujo en su obra. Para las definiciones de la mujer, la vejez y la muerte, acude a la obra de Segundo, pero lo hace de una manera indirecta, que revela el método de trabajo del autor a la hora de llevar a cabo sus glosas y comentarios.