Sobre el uso del latín, aragonés y catalán por parte de Pedro IV de Aragón. Como su elección lingüística dependía en gran medida de su cambiante vinculación o preferencia hacia una u otra de las diferenciadas entidades territoriales componentes de la Corona Aragonesa, la autora empieza con un breve resumen de la vida del monarca y su reinado. Como conclusiones generales, afirma que en cuanto a la lengua documental, utilizaba el latín para los privilegios solemnes, concesión de títulos y fueros; aragonés y catalán, para las disposiciones administrativas. En cuanto a la correspondencia emanada hacia el exterior, utilizaba latín, castellano (aragonés) o catalán, dependiendo del destinatario. Como lengua propia consideraba el catalán.