Los estudios referidos a los pronombres átonos medievales suelen destacar que ellos se anteponen o posponen a los elementos distinguidos. Aquí se propone preguntarse sobre la variación del pronombre y su colocación en ciertos contextos. Para realizar este trabajo se basa en un corpus de cinco obras: Fazienda de Ultramar, Primera crónica general, Suma de historia troyana, Claros varones de Castilla y Guerras civiles de Granada.Presta preferente atención a dos parámetros que parecen haber influido en la posición de los pronombres átonos: la importancia del referente y la predicibilidad del referente. Concluye afirmando que rige para su uso un pragmatismo del orden de las palabras: el de la urgencia comunicativa.