Se propone un acercamiento de índole teórica cuyo propósito es establecer la raíz de las innovaciones que las colecciones de cuentos medievales introducen e imponen en la literatura posterior. La consolidación del estatuto ficcional que se opera en estos textos se propone como eje principal para entender la red de conexiones entre literatura y cultura en relación con dos novedades que aparecen en el horizonte de la baja Edad Media: a) la definitiva fijación escrita de las lenguas vernáculas que se lleva a cabo en el período (sin obviar la incidencia de los remanentes de oralidad) y b) el desarrollo que este hecho conlleva de prácticas discursivas innovadoras tales como la historiografía y la prosa.