Procura arrojar nueva luz sobre el método de trabajo de las escuelas alfonsíes a partir del análisis de un fragmento contenido en la Estoria de España (desde la toma de Toledo por Alfonso VI hasta, grosso modo, la de Alcalá de Henares por el Arzobispo de Toledo, don Bernardo). Las diferentes versiones, crónicas y manuscritos presentan extraños comportamientos en este pasaje y permiten suponer que su proceso redaccional no fue concluido. Si se venía señalando que en la EE el último de los procesos acometidos era la división por años y la incorporación de sincronías, cronologías y datos analísticos sobre un texto definitivo, en el fragmento se observa que la última etapa inconclusa no fue dicha partición sino la incorporación a este entramado, ya concluido, del relato de Ben Alqama. Ello explicaría, en los pasajes con cierta complicación compilatoria, la existencia de «lagunas compilatorias» en las que, sin embargo, no hay ruptura total de las cadenas sucesorias y cronológicas.