Examina con detalle la producción literaria medieval de los centros más importantes ubicados en Extremadura, incidiendo en su condición y su proyección exterior: 1) el Monasterio de Guadalupe y su producción básicamente hagiográfica; 2) los obispados que apenas si tienen obras en romance, siempre vinculadas a su tarea pastoral; 3) la ligada al folklore y la oralidad (lírica, romancero y teatro), fundamentalmente conocidas por testimonios indirectos; 4) la que emana de las casas nobiliarias de Feria y Zúñiga, más conservadora la primera y más novedosa la segunda; 5) la vinculada a las órdenes militares, historiográfica, propulsora de traducciones y de obras pensadas para la educación de la nobleza y, por último 6) la integración de autores extremeños en las cortes reales de Castilla y Portugal.