El autor se plantea algunos problemas que surgieron por el contacto entre los poetas procedentes de la Península Ibérica y el contexto napolitano, empezando por una tradición literaria propia, manifestada en diversas variantes lingüísticas y la carencia al menos hasta fines de los '50 de una tradición poética propia: «all'epoca del Magnanimo, non esisteva una tradizione poetica a Napoli e, per tanto, non si davano modelli poetici a cui i verseggiatori spagnoli avrebbero potuto o dovusi ispirarsi» (p. 106). No puede afirmarse que Carvajal ignorara la tradición napolitana, más cuando incorporó a su poesía elementos popularizantes que tendrían su influencia en la poesía de la época de los Reyes Católicos y que estaban vinculados a los círculos napolitanos. La poesía italiana de Romeu Llull se relaciona con la del coetáneo Cansonero del conte di Popoli y no con la influencia de Petrarca, manifiesta en su obra catalana, mientras que el Cariteo sí presenta en su obra la influencia de Petrarca.