Estudia el pensamiento político del Tostado, en relación con las figuras de Pedro de Osuna y Fernando de Roa. Estos tres pensadores conformaban un círculo de pensamiento aristotélico en la Universidad de Salamanca, que reinterpretaba la doctrina del filósofo griego, no como garante de la monarquía, sino a la luz de la inseguridad de los gobiernos de la época y como posible fundamento que regulase y limitase el poder regio. Por lo que se refiere a Alfonso de Madrigal, rechaza la monarquía, por su tendencia a la corrupción, que desemboca en tiranía, pero también el gobierno de la aristocracia. Su sistema ideal consistiría en cierto tipo de gobierno democrático, al que denomina «timocracia», a pesar de que no estaría exento de imperfecciones, como la inestabilidad o la posibilidad de que aquellos que no están preparados accedan a los cargos públicos. Sin embargo, la timocracia es el sistema político que mejor garantiza la seguridad, que es la gran preocupación del Tostado.