Aedofanía correspondería al tópico literario de la aparición de un poeta ante el autor, llevando en las manos un instrumento o un libro, mientras que ginecofanía respondería a la aparición de una dama en las mismas circunstancias (por ejemplo, Virgilio o Beatrice ante Dante). Ambas figuras (masculina y femenina) aparecen respectivamente en el Dezir de las siete virtudes (Dante) y en el poema «Por Guadalquivir arribando» una dama a la que se denomina «donzella señera»; su función será la de rendir tributo a Imperial, ofreciéndole la gloria poética y amorosa. El poeta reconoce a Dante, pero no a la dama que se humilla ante el poeta que desea conocerla. «No sabemos si el poema acaba originalmente con la demanda sobre la identidad de la doncella: en todo caso, la ginecofanía, tal como hemos descrito sus características más arriba, se ha cumplido del todo: así como la aedofanía empieza con el reconocimiento, la ginecofanía termina con el deseo de conocimiento» (p. 190).