Sostiene el autor que la cronología del prólogo del Zifar es perfecta y que tanto el Zifar como su prólogo debieron de ser escritos en los primeros años del siglo XIV, entre 1301 y 1310. La mención de la reina en el prólogo no es una interpolación, como generalmente se opina, sino una amplificación elogiosa de un historiador hacia quien patrocinó el libro. Su autor debió de estar entre aquellos personajes mencionados en el prólogo y que no tuvieron una importancia relevante. Se pregunta el autor qué hacía allí el joven Juan Manuel. En su opinión, el escritor era uno de los miembros del nuevo taller alfonsí redivivo con trasladadores, apuntadores y enmendadores en el que tal vez representa el mismo papel de patrono que Alfonso el Sabio.