Profundiza aspectos de la historia política del ducado de Borgoña en relación con la difusión de la tradición escriturial y los procedimientos de traducción y reelaboración de las obras que se realizan en ese cenáculo, destinadas a la formación cultural de los duques y a la edificación de una biblioteca excepcional como manifestación de su riqueza material y simbólica. Lidia Amor analiza las Cent Nouvelles Nouvelles en este contexto desde una doble funcionalidad: como «gracioso» ejercicio de lectura y benéfico pasatiempo para el duque y como testimonio del esplendor de la corte, destinado a un lector futuro.