Se lleva a cabo una investigación sobre la posesión de bibliotecas, símbolo de poder, dentro de la cultura occidental. En este sentido se analizan las bibliotecas de los reyes germánicos de la Antigüedad Tardía, así como las de los emperadores carolingios. La mayoría de estas bibliotecas de reyes de la época feudal encajan mejor en el modelo de biblioteca señorial que en el de biblioteca monástica. Esta circunstancia comenzaría a verse alterada a partir del renacimiento cultural del siglo XII, cuando los príncipes occidentales latinos pasaron a convertirse en reyes clericalizados poseedores de bibliotecas cada más más numerosas.