Propone un importante status questionis en torno a las ediciones de LBA que se han publicado en los últimos dos siglos, focalizando la atención sobre diversos aspectos del ejercicio ecdótico: sobre todo, el respeto -o no- a los criterios establecidos por los editores y declarados en la introducción a sus trabajos; el problema de la filiación de los manuscritos a la luz del estudio filológico llevado a cabo; y, finalmente, afronta la peliaguda cuestión de las dos redacciones, para lo cual presenta un análisis puntual y agudo de las teorías propuestas por los estudiosos que se han acercado a LBA. A tal propósito, se pronuncia claramente en contra de la doble redacción: «En conclusión, la existencia de más redacciones del LBA no ha sido demostrada con argumentos convincentes y, sobre todo, para quien conozca la praxis de la elaboración de las obras medievales, es increíble que el poeta, en ocasión de una hipotética segunda redacción, no haya hecho otra cosa que añadir pasajes nuevos sin modificar el texto precedente y sin darse cuenta tampoco de sus abundantes corruptelas» (p. 475).