Una desconocida embajada de Quindasvinto al África bizantina

Autor  GARCÍA MORENO, Luis A.

Título  Una desconocida embajada de Quindasvinto al África bizantina

Título revista/libro  Boletín de la Real Academia de la Historia

Año  2009

Volumen  206

Fascículo  3

Páginas  445-464

Resumen
La segunda redacción de la Historia de los godos de Isidoro no va más allá del año 625. A partir de esa fecha las fuentes historiográficas sobre el reino godo de Toledo se reducen prácticamente a las actas de los Concilios generales, que eran casi asambleas políticas desde el IV Concilio de Toledo del año 633. En el reinado de Quindasvinto sólo se celebró uno: el VII de Toledo, en octubre del 646. Un siglo después, la Crónica mozárabe de 754 aporta dos datos más sobre Quindasvinto: la represión del rey sobre la nobleza goda y la visita y estancia en Roma del posterior obispo zaragozano Tajón. El autor del artículo defiende que Tajón no tuvo como objetivo principal de su viaje a Roma la búsqueda de obras de Gregorio Magno que faltaban en las bibliotecas hispanas, sino que el obispo habría ido como embajador de Quindasvinto para buscar alianzas con poderes como el Papa y el Exarca de Ravena. Esta legación demuestra la preocupación del monarca godo ante el rápido avance de las tropas islámicas, rompiendo el tópico historiográfico del autismo del reino godo en el siglo VII ante la tragedia que se estaba desarrollando en el Mediterráneo oriental, e incluso en el norte de África. La existencia de esta embajada de Quindasvinto al África bizantina ha sido ignorada por la historiografía, porque su mención procede de las crónicas tardías y muy problemáticas del Moro Rasis y la crónica latina llamada Seudoisidoriana. Ambas se basan en lo fundamental en el Ajbar Muluk al-Andalus de Ahmad al-Razi. Tras un estado de la cuestión sobre las fuentes de la Crónica del moro Rasis, considera que es muy probable que el original árabe del que es traducción la Crónica del moro Rasis fuera una obra distinta de la Historia de los reyes de al-Andalus de Ahmad al- Razi.

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