Estudia la estrategia literaria de este episodio y afirma que en él no se establece ningún debate auténtico, pues no se plantea una confrontación entre las enseñanzas del Arcipreste y de don Amor sino que, por el contrario, se concede a ambas similar importancia. Por medio de la imitación y adaptación de un discurso retórico de disputa, el autor fija la didáctica tanto en el aspecto moral-religioso como el amatorio-profano, demostrando su facultad para parafrasear tanto un modelo moral-religioso como un ars amatoria.