Estudia los episodios de la Gran conquista de ultramar que proceden del relato de Pedro el Ermitaño. Observa que estos relatos se extienden en el texto castellano mucho más que en las fuentes francesas (básicamente las crónicas de Guillaume de Tyr y de sus continuadores Ernoul y Bernard-le-trésorier, conjunto de textos conocidos como Eracles y la Chanson d’Antioche); por tanto, llega a la conclusión de que la versión castellana no es un mera traducción, sino una obra de verdadera creación.