Edición facsímil y edición interpretativa de la primera antología de la poesía hispanoamericana, recopilada por el ecuatoriano Jacinto de Evia y publicada en 1675. La colectánea contiene la producción del mismo Evia, de los jesuitas Antonio Bastidas y Hernando Domínguez Camargo, y de otros autores no identificados. Se trata de una recopilación típicamente barroca, con composiciones en verso octosílabo, endecasílabo y también una nutrida sección de textos en prosa, de materia religiosa y profana. Para el medievalista el interés de esta antología estriba en la pervivencia de formas poéticas cuatrocentistas (glosa, canción, villancico, romance), cuya experimentación por parte de los autores barrocos representa un capítulo importante de la historia de los géneros tardomedievales.