Título Cancionero de Pedro de Padilla, con algunas obras de sus amigos. Manuscrito 1587 de la Biblioteca Real de Madrid
Editor José J. Labrador Herráiz - Ralph DiFranco
Otros autores prólogo de Samuel G. Armistead, con un estudio de José Manuel Pedrosa
Ciudad México
Editorial Frente de Afirmación Hispanista
Año 2009
Páginas 509
Resumen
Edición del florilegio poético copiado en el ms. 1587 de la Biblioteca Real de Madrid, fechable, según los editores, en 1588, que contiene principalmente textos de Pedro de Padilla, prolífico y hábil poeta del siglo XVI, del que los mismo editores han publicado ya, en la misma editorial, el cancionero autógrafo. La colectánea recoge además muchas composiciones de autores coetáneos y relacionados con Padilla por pertenecer al mismo círculo poético o al mismo ámbito geográfico: Fray Melchor de la Serna, Hernando de Acuña, Gutierre de Cetina, Vicente Espinel, Gabriel Lasso de la Vega, Figueroa, Diego Hurtado de Mendoza, Pedro Laínez, Pedro Liñán de Riaza, Gabriel López Madonado, Lope de Vega, Gregorio Silvestre. Los poemas que integran el cancionero están en versos endecasílabos (sonetos y tercetos) y en verso octosílabo (canciones, glosas, villancicos, coplas, romance). Para los medievalistas esta antología poética resulta de especial interés pues constituye una muestra importante de la pervivencia de moldes poéticos medievales practicados todavía a finales del siglo XVI, además de transmitir textos compuestos en el siglo anterior y recopilados en los grandes cancioneros poéticos de principios del siglo XV, verbigracia el
Cancionero General de Hernando del Castillo (1511) y el
Cancionero Musical de Palacio (de principios del XVI): el texto de atribución dudosa «Quien alegre no se vido», el mote de Catalina Manrique «Nunca mucho costó poco», la canción del Comendador Escrivá «Ven muerte tan escondida»; la canción de Diego de San Pedro «En mi grave sentimiento», el anónimo «Ni penado ni perdido» y el villancico anónimo «Pastorcillo, míos son». La edición da cuenta de todas las fuentes que transmiten los textos recopilados en este cancionero y proporciona una lista de autores, un índice de primeros versos y una amplia y cuidadosa bibliografía. Enriquecen el volumen un prólogo de Samuel Armistead y un valioso estudio preliminar de José Manuel Pedrosa sobre el tema de los
estados de la mujer. Dicho estudio abarca diferentes ámbitos histórico-geográficos y distintos géneros literarios, centrándose también en el tratamiento desenfadado y burlesco que los autores de este cancionero dieron al tema en cuestión.