En capítulos sucesivos analiza la jerarquía interna del estado nobiliario, los orígenes étnicos (incluso moriscos, amerindios, extranjeros y judíos), el funcionamiento del clan familiar (con especial atención al matrimonio), el proceso y los medios de acceso a la nobleza y los medios de aclimatación de los recién llegados. Su tesis es que un estado en continua necesidad financiera vendió continuamente títulos y puestos, que la parte acomododada de la sociedad, ansiosa de integrarse en las capas dirigentes, no escatimó medios y que, como consecuencia de ello, la nobleza de la España moderna (ss. XV-XVIII) fue un estamento continuamente renovado y en movimiento.