El autor lleva a cabo un recorrido por la literatura, desde el siglo XVIII hasta la actualidad, rastreando el papel que la épica ha desempeñado en las ideas estéticas, en la literatura y en la metaliteratura. Observa la paradoja de que, en dicho período histórico, la recuperación de la épica se ha producido desde posiciones rupturistas o innovadoras. Para este propósito analiza las ideas vertidas al respecto por un amplio abanico de autores, entre los que destacan Víctor Hugo, Clarín, Bécquer, Juan Ramón, Benet, Borges o García Márquez. Concluye afirmando la pervivencia contemporánea de la épica y de lo épico, gracias a su capacidad de renovación y a sus posibilidades de adaptación a los lenguajes de la modernidad y la posmodernidad -entre los que se incluyen el graffitti o el cine-.