Realiza un estudio comparado de dos obras no demasiado conocidas de ambos autores, el De otio religiosorum de Petrarca y la carta-tratado que Sánchez de Arévalo dirigió al prior de la Cartuja de Sevilla. Se pretende, así, indagar acerca de las posibles huellas del pensamiento humanista en la obra del escritor castellano. Para este fin, el autor comienza por analizar el tratado petrarquesco, insertándolo en la corriente ascética que trata sobre el retiro del mundo, de raíz agustiniana, al tiempo que se detiene en el significado del término otium y que lo pone en relación con el De vita solitaria, asimismo salido de la pluma de Petrarca. La segunda mitad del trabajo se detiene en la influencia petrarquesca en las letras hispanas del siglo XV, a la vez que repasa las características fundamentales de la obra de Sánchez de Arévalo, centrándose, finalmente, en el contenido de las diferentes partes en que se organiza la citada carta-tratado.