El autor vincula algunos aspectos ideológicos de la obra de Gómez Manrique con la función que corresponde a un oficial público (corregidor de Toledo), en el que confluyen la necesidad de aplicar unas normas jurídicas y unos proyectos políticos con la facultad de convertirlos a través de su producción literaria en principios de conducta. Los planteamientos historiográficos y teóricos son muy complejos e interesantes, la datación de los poemas analizados no siempre es segura y cabría mayor concreción analítica y flexibilidad interpretativa pero se trata de un trabajo realmente interesante.