Indaga en la dimensión cortesana presente en el Libro de Apolonio, la cual se sobrepone a la interpretación cristiana y moralizante que la crítica suele encontrar en dicho relato. El autor analiza, con este fin, las relaciones entre el protagonista, Architrastes, rey de Pentapolín, y su hija Luciana, encontrando indicios que permiten un suponer, entre estos dos últimos, un incesto simbólico, paralelo al que tiene lugar entre el rey Antíoco y su hija y que se resuelve por medio de las nupcias entre Apolonio y Luciana.