La derrota de Aljubarrota provocó, entre otras consecuencias políticas, la huida de un grupo de nobles portugueses a Castilla, los que habían apoyado a Juan I. Posteriores incidentes entre Portugal y Castilla, en 1402, provocaron otras defecciones, entre ellas la de Lope Vázquez de Acuña, que recibió el título de señor de Buendía y Azañón durante el reinado de Enrique III. Se estudia el linaje de Acuña y cómo se asentó en tierras del obispado de Cuenca, especialmente en el área de Huete y Buendía, así como los oficios varios que desempeñaron sus miembros. Oficios cortesanos, como guardas mayores del rey, oficios de índole económica, como alcaldes entregadores de la Mesta, o de índole eclesiástica, como adelantados de Cazorla. Los Acuña tuvieron un notable protagonismo en los acontecimientos de la guerra civil castellana durante el reinado de Enrique IV, alineados en el bando alfonsino. Hubo otros linajes de ascendencia portuguesa en el obispado de Cuenca, los Sandoval, los Coello, los Montalbo y los Pacheco, con fortunas señoriales dispares. Incluye cuadro genealógico de los Acuña, condes de Buendía y señores de Azañón, en el siglo XV.