Uno de los mejores aciertos de Gonzalo de Berceo en sus obras es el diablo o «mortal enemigo», como denomina habitualmente. Por eso el artículo analiza al detalle el modo en que se articula el personaje: su naturaleza individual y mútiple a la vez, los principales pecados a los que se asocia, su inteligencia, su capacidad proteica, sus dotes seductoras… También estudia cómo interactúa con el ser humano (mediante la lucha, la posesión diabólica o la negociación), y qué momentos y lugares son los más idóneos para su aparición. Sin embargo, junto a esta imagen seria y canónica del diablo, también destaca la existencia de una corriente folklórica, de rasgos cómicos y paródicos, relacionada con él y de la que Berceo bebe, creando una imagen alternativa, con la que el autor amplifica la definición esquemática original de las fuentes en las que bebe.