Basándose en un corpus limitado pero representativo de la ficción caballeresca (Amadís de Gaula, Florambel de Lucea, Platir, Felixmarte de Hircania, Philesbián de Candaria, Cirongilio de Tracia, Clarián de Landanís, Lisuarte de Grecia, Florisel de Niquea y Primaleón) estudia el personaje de la seductora y el cortejo amoroso femenino. Establece cinco tipos de seducción amorosa: 1) requerimiento amoroso mediante la solicitud de un don; 2) requerimiento amoroso mediado por una amenaza; 3) la seducción por la seducción; 4) la seducción a través de la música, y, 5) la seducción y la magia. La inversión de papeles respecto del personaje masculino atentaría contra el modelo cortés y sumado a la caracterización de la figura femenina explicaría la dura crítica que las obras reciben por parte de moralistas de la época.