Repasa el modo de construir un panegírico dedicado a una nación, basándose en sus características naturales, tópicas y reales. Parte de una reflexión acerca de Geoffrey de Monmouth y la descripción que hizo de Britania en la Historia Regum Britanniae que le lleva a recordar a Virgilio con sus Geórgicas y a los principales historiadores clásicos, como Plinio. De ahí le resulta fácil pasar a estudiar las descripciones elogiosas a la Península Ibérica que aparecen en Isidoro de Sevilla, Lucas de Tuy, Rodrigo Jiménez de Rada o Alfonso X, hasta llegar a la tópica representación de España en el romancero.